martes, 3 de julio de 2007

Poesía Alone Again




ALONE AGAIN
Libro publicado por Carlos Amador Marchant el año 2000, premio Gobierno Regional de Valparaíso, Chile.

“Es el invierno que ha caído nuevamente sobre mi espalda, sobre mis ojos”

En 1972 fue la primera vez que escuché la canción Alone Again, de Gilbert O’ Sullivan. Nunca pensé que dos décadas después, escuchándolo en una radioemisora AM de la época, este mismo tema me acompañaría durante una nueva soledad.

Carlos Amador Marchant



QUÉ HACES

Qué Haces ahí
parado en la esquina
donde no hay luz (ni sombra),
donde no se escuchan pasos
y el esqueleto se confunde con el aire.
No entiendo qué haces
en ese sitio invisible
donde todos partieron
entre rieles infinitos.
Por qué no quieres escapar
de esas ventanas que no existen,
de esas puertas que cayeron,
de esos rostros que no besan.
Qué haces ahí parado
acortando días, mirando
las escasas horas que te quedan, esperando
más cabizbajo que nunca
la bofetada la muerte.



HUIR DE LA MENTIRA


Es posible que ya no mienta,
es posible que ahora diga la verdad.
Ayer hablé sobre calles que sucumben,
sobre ratas que dominan los campos,
hoy quiero hablar de frutos que se abren
y caen a la tierra pura.
Nada es más amplio que la verdad,
aquélla que se eleva como las olas
y estalla en mil pedazos sobre las rocas.

Si no he conocido a nadie
que haya hablado con la verdad completa,
hoy quiero ser el que ponga la primera piedra.
Por eso pido que todos se alejen,
que me dejen solo, que nadie golpee a mis ojos.
Hoy quiero descansar
de suburbios y ruidos de sirenas.
Mañana me corresponde caer a la tierra,
lento y espacioso como nieve.

ALONE AGAIN

El mar de orilla trae
espuma sucia que queda
impregnada sobre la quietud de la arena limpia.
Algo pasa.
Tus ojos, Catalina, miran hacia el horizonte.
Estás triste. Estás
ebria.
Sobre la rinconada de ese pub
tambalea tu cuerpo y bailas entre las mesas.
El mar de orilla trae espuma sucia
y tú me coges las manos.
Hay tanto ruido que no escucho
la canción Alone Again.
La gente pasa y tú desapareces te haces humo.
La espuma de tus manos queda
sobre la arena de mis manos.
Te busco y te espero en la puerta de ese pub.
Al rato apareces tambaleando
y golpeas tu cabeza entre murallas.
Te abrazas a un hombre desconocido
y desapareces de nuevo entre calles y avenidas.
Ahora escucho Alone Again
en el equipo modular de mi mente.


SOBRE LA ESCARCHA


Moriré de frío sobre la escarcha
pero guardaré el silencio de esos árboles.

Mucho antes de la vida mis ojos observaron los prados.
Y enmudecida, como casa deshabitada,
mi alma arrastró su lengua sobre la tierra amplia.

Si ayer llegué tiritando de frío
mañana he de irme por los mismos caminos.

Porque la vida es como visitar una casa.
Pero luego hay que despedirse, hay que salir
a la puerta y perderse en la niebla.

En consecuencia, he de volver al silencio
al remoto al pétreo.


DE TANTA SOLEDAD


De tanta soledad me nutro
como de velas para alumbrar la noche.

La vida nos golpea en el lomo como el jinete al caballo
y vamos olvidando calles y nombres
mientras las estaciones se alejan.
Nunca volveré a ser el de antes
aunque me saluden en la calle con pañuelos.
Todo ahora tiene el rostro del invierno,
de la pobreza de los campos, de la chimenea sin leñas.

Soy el ahorcado que cuelga bajo un árbol viejo,
el remecido por la brisa de una tarde floja,
el arrepentido que quiere gritar y no puede,
la rama quebrada que se pudre a la orilla del río.

De tanta soledad me nutro
como de velas para alumbrar mi alma,
porque hoy lloro mil horas en esta casa
que nadie habita.


SERÉ

Mañana seré rico y al siguiente volveré a la pobreza.
La vida tiene rostro de cementerio
justo cuando entierran a un hombre
bajo cientos de faroles.
Mañana seré pobre y al siguiente volveré a la riqueza.

Los senos de esa mujer se inflan frente a mis ojos
Y entran al espacio y desaparecen bajo la niebla.

Y esa playa, sin embargo, que fue mía,
con esa arena con ese sol con esa sal,
y ese ojo tuyo que entraba en mi ojo,
y esa gaviota que volaba sobre tu pubis,
y esa garganta loca gritando soy rico soy pobre.

Alone alone ahora de piernas y brazos
de boca de saliva de pencil de teacher.

Y esas avenidas repletas de gente,
y esas avenidas avenidas que lanzan
piernas y perfumes de hembra.
Y yo parado parado con esos ojos de ebrio
sujetándome en el poste de la inconsciencia
y escuchando de nuevo Alone Again.


ESO QUE DIJERON AYER

Eso que dijeron ayer no tiene espacio en mis praderas.
Ahora me levanto temprano y bebo
una taza de leche con pan y mantequilla.
Es curioso curioso pero Gladys
ya debe tener cuarenta y aún su vuelo de paloma
circunda mis ojos.
Curioso curioso que sus dos piernas sofoquen mi cuello
Mientras su alma vuela vuela hacia el espacio.


EL REESTRENO
(a Luisa)

Todo es tiniebla en las aceras
y un pan brilla en esta esquina.
Con tanto hambre camino por las plazas
y ese pan en aquelarre.
Nada es más amplio que mi alma
Pero surgen lluvias tempraneras.

Es cierto ayer fui muerto crucificado
y hoy resucito entre las tablas.
La gente vitorea mi reestreno en estas canchas.
Cuando paso por las calles
los gatos me saludan elevando sus traseros
y los perros se revuelcan sin ladridos en silencio.

Después del hambre ese pan que agarro en mis esquinas.
Después del frío este sol que galopa por mis ojos.
Después de muerto este parto necesario.

Toda esa tiniebla en las aceras.
Y luego este ojo de Luisa saludando a mi ojo.
Y este pan de su mano entregado a mi mano.


VIVIR HAY PARA LARGO


No entiendo por qué estoy solo. La culpa
la tiene el vecino, el amigo infiel y el perro que no ladró.
La vida se torna turbulenta
con tanto ruido de zapatos y autos.
Mis amigos dicen que me corte el cabello y el bigote.
Otros recalcan que me ponga una corbata.
Algunas mujeres son más extremas
y expresan que visto demasiado lúgubre.
Hay tantas cosas que dicen
mientras yo sigo caminando a ese cementerio de la esquina
con manos en los bolsillos
con férreo deseo
de vivir después.


ESQUINAS

En cada esquina un ojo solitario
y un perro que ladra y hombres que beben.
En cada esquina hedor de submundos
y feca mucha feca que transita bajo puentes.

El mundo se pudre en las cumbres
y por bajo surgen flores.
En esa florería bailan los aromas
justo cuando el hombre cae en los charcos.

Nada es más bello que manos estrechadas.
Ojalá al final de la luz.


JUSTIFICO

Justifico ventanas
también puertas
justifico
esta piedra en la mano
la palabra mal dicha siempre
dicha (entredicho)

Justifico el hambre
de amor
el mendigo muerto
los portales sin llaves
el agua limpia el agua turbia.
Todo justifico
menos
la martingala.


INDICIOS


Hoy lloro mañana lloraré cuando tú quieras
lloro pasado mañana el próximo año si tú quieres
seguiré llorando.
Todo es igual si me cambio calcetines.
Si tú quieres me los cambio si no los ventilo
un poco los lavo si quieres los pongo en remojo.
Todo es lo mismo si me cambio calzoncillos
si tú quieres lo hago si te agrada los conservo
por semanas si quieres los pongo en cloro
si no en perfume es cosa de acomodo.

Ayer me hiciste llorar en la plaza
pero fueron tantos los autos
y no hubo indicios.


PERVERSO


Enclaustrados estamos
pero de las fotos.
En honor a la verdad rompamos
los candelabros
y pongamos velas solitarias en la mesa.

ESAS CALLES
(Arica 1972)

Zona industrial y Población Juan Noé.
y bicicletas juntas miles de bicicletas juntas.
desplazándose como ríos.
Y piedras y rostros de mujeres bailando tras mis ojos.
Ahí me quedé parado en el tiempo,
ahorcado como iconoclasta,
paralítico de ojos.

Pero la playa trajo muchas algas
y espuma limpia y espuma sucia.
y hubo gaviotas que volaron por mis ojos
y pusieron huevos marítimos y pusieron huevos
huevos muchos huevos tras mis piernas tras mis manos.

Y estos huevos enfáticos, clarividentes.
Y estos ramales casi duros pero sueltos
anclaron mi esqueleto en estas Zona Industrial-Juan Noé
con bicicletas miles de bicicletas
con este disco entre mis manos
con este Alone Again que me persigue
con estas salivas limpias
con estas palmeras remecidas.


ALGUIEN MOVIÓ EL SILLÓN


Quién movió el sillón de su sitio
Quién leyó mi libro secreto
Quién pasó de largo a mi alcoba. Afuera
Todo el viento viene
de afuera.
La insurrección viene de afuera.

Explico: en esta casa me desplazo tranquilo.
Como las tortugas, tal vez, pero atravieso paredes.
El cielo me dice a veces que mire hacia el silencio
pero miles de perros me muerden las canillas.
Ayer fui devoto del mar hoy soy creyente
de mi aliento.
Mis alpargatas no resisten mi estornudo.
Hay cientos de piedras que caen sobre mi mente.

Alguien movió el sillón de su sitio.
La vida tiene explicación
y yo guardo silencio.


DOS PALABRAS


Con dos palabras se desplaza mi vida
como con dos remos avanza ese bote.

Tú tienes sed y yo te paso el vino.
Tú tienes frío y yo te entrego botas.

Con dos palabras jugamos al desconcierto.
Alone Again me persigue en las calles.
Y yo trato de volar
y no puedo.
NO HAY ESCAPATORIA


De este espejo no hay escapatoria: de este
reflejo que titila en las esquinas.

Yo vomito encaramado en las casonas
pero me guardo cuando cantan los gallos.

De esta soledad no hay escapatoria.
De este infinito de estrellas ya no saldremos.
Y si de todo esto no hay escapatoria
menos saldré de Alone Again,
de estas casas que se caen,
de estas mujeres que me engañan,
de estas hijas que nacen y se pierden.


De este espejo no hay escapatoria.
Y me queda esta foto
que se hace amarilla
mientras el mundo vibra.


ESE FIN


De esta esquina a la casa que voy
me quedan veinte pasos.
Los cuento en la noche
mientras ladran perros en los cerros.
Suavizo mi vista y retorno el aliento.
Afirmo mis dientes desgastados.
Lanzo crema en mis mejillas.
Tiño el pelo cuando puedo.

Veinte pasos me quedan
para llegar a esa casa desnuda.
Allá la luna y los aromas.
Acá la reja casi cana.

Veinte pasos me quedan para llegar al orificio.
Ahora escucho música
y veo hembras esqueléticas.



LUMINARIAS

La luz del día enciende
Las luminarias nocturnas

En la noche los ancianos saltan persiguiendo al sol
Alguien escribe con tiza en un pizarrón oscuro
Todos cantan cuando el gallo duerme.


NO DERRUMBEN CASAS


Esa casa necesita urgente ser pintada
Requiere que le cambien ese rostro de tristeza
Que la saquen del pasado y la timbren con presente
Esa casa debe cambiar de dueños
Debe abrir sus puertas a la gente joven
Que salgan desde allí muchos niños corriendo
Y desde sus ventanas florezcan muchachas de minifaldas
A su fachada deben tirarle colores atrayentes
Y ponerle gladiolos en sus contornos
A esa casa le hacen falta todas estas cosas
Pero sólo pido
Que no me la derrumben.


BAR


De ese bar salen hombres destruidos
De ese bar emigran mujeres tambaleando
A ese bar entran pacos que escudriñan
Yo sé que en ese bar muere gente acuchillada
Pero este lugar tiene el imán de lo que busco
Debo entrar algún día a ese bar.


FOTO

En esta foto no parezco el que soy
Me veo limpio como el agua mustia
Circunspecto como en otro tiempo.
Pero la vida tiene sus reglas
Aquí somos o no somos
Y en esta foto no soy
El que soy.


FUMADOR EMPEDERNIDO

Fumador empedernido
Sueña querellarse con la Compañía de Tabacos
No quiere nada ahora está enojado
Por las noches despierta y fuma un cigarro tras otro
Se siente incómodo cree incendiar su alma
Está desesperado
Quema camisas parkas pantalones
Deja la pieza infectada de humo
No tiene remedio ya no respira
Su tos se hace cada día más seca
Está desesperado
Piensa ahora querellarse
Consigo mismo.


DE TAL


De tal palo tal astilla
De tal astilla tal palo
De tal zapato un lustrabotas
De tal mamá una hija
Lujuriosa
De tal lápiz una escritura
De tal vino cien manos
Sujetando vasos
De tal ente una voz
Espantapájaros.

MADRE
(a Victoria Crespo Cardoso)

Esa manzana color fuego
Trae, súbita, mi infancia….

Mi madre era pequeña
Como las casas del desierto. Ella era
La presencia triste del caliche, el sol que necesita la noche.
Me amamantó por varios años
Mientras entonaba tristes canciones de Libertad Lamarque
Y en las calles del universo
Se confundían miles de piernas.

Crecido como un arbusto
Me sentaba en el suelo
Mientras lavaba miles de trapos.

Yo la recuerdo entre la sal y el océano
Y cada vez que pronuncio su nombre
Se aferran a mi alma cientos de litros de leche
Que hoy siguen circulando por mis venas.



TRANCE

Por qué los ojos enceguecen?
Este trance tiene relación con la vida de vientre?

Estas preguntas me las hice siendo anciano.
Ahora que he vuelto a ser joven
Me interesan los lagos, las entrepiernas,
Las salitreras abandonadas y los eructos de mi perro.

Cansado de vomitar como los ebrios prematuros
Me desplazo recogiendo palabras en la calle
Y de vez en cuando pateo los desperdicios de la noche.

Me entretengo leyendo graffitis en los puertos,
Mientras en los últimos minutos del crepúsculo
Los marineros beben el primer vino de la noche.

Nunca más quise impregnar la vejez en mis entrañas,
Aunque mis pasos ya no son ágiles como antes.


PADRE
(A Amador Marchant Montenegro)


Mi padre se esparcía en la noche
Como los roedores.

Su luz iluminaba la casa sólo dos veces al día.
Para ver su rostro, había que levantarse temprano
Y no dormirse prematuramente en la noche.

Era la presencia dura de la vida. La luz penetrante
Y la escasez de palabras.
Sus pasos retumbaban las paredes
Y el eco de su voz escasa
Quedaba impregnado en las habitaciones.

Lo recuerdo con su palabra pausada y única.
Leía los titulares de los diarios
E informaba a la familia sobre el ruido de la calle.

Mi padre se esparcía en la noche como una caracola.
Llegó joven al norte estilando todo el océano de Valparaíso
Y mojó el desierto salitrero
Del vientre de mi madre.


¿QUIÉN LAS QUEBRÓ?


En qué lugar del mundo quedaron mis andanzas bochornosas de muchacho?
Dónde están aquellas amanecidas con olores a alcohol y a espantos?
Y aquellos jóvenes que se sentaban en las veredas a cantar a Violeta parra?
Dónde está el universo de luces y risas fosforescentes?

Quién quitó el sol de mi frente?
Quién hizo de mí una calavera solitaria?

Dónde están mis amanecidas,
Aquéllas que amaba como el vuelo de palomas?

Quién quebró mi risa?
Quién rompió mis ojos?
Quién cortó mis piernas?
Quién escupió para siempre mi rostro?


ME DUELE


Me duele como un repentino golpe en el estómago
la inconsciencia tecnológica.
Mientras los científicos estudian los trastornos naturales
el dólar junto a sus industrias incendian ríos y océanos.

No hay formas de combatir la terquedad.
Salvo si el mundo se une y sale a combatir la idiotez.

Me duele como un golpe súbito al estómago
las aves muertas,
los peces muertos
y la naturaleza que adopta
día a día un rostro de cadáver.

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Comentarios selectos sobre el material de este blog.

Sobre ballenas y un libro Estimado amigo Carlos Amador Marchant: agradezco emocionado la mención que haces de mi novela en tu bella y emocionante crónica. Un fuerte abrazo desde España. Luis Sepúlveda(escritor) 24 de julio de 2010 15:03 ........................................................ Sobre ballenas y un libro Estimado Carlos: Gracias una vez más, por cierto, tu blog es uno de los pocos que merecen llamarse literarios. Es sencillamente muy bueno y tus crónicas son estupendas. ¿Las tienes reunidas en un libro de crónicas? Es un género que se pierde con el tiempo. Un fuerte abrazo desde Gijón, Asturias Luis Sepúlveda (escritor) 26-07-2010 ........................................................ Crónica "Dame de beber con tus zapatos". Luis Sepúlveda (escritor) dijo... Querido amigo, como siempre disfruto y me maravillo con tus crónicas. ¿Para cuando un libro? un abrazo Lucho (Gijón-España) 10 de julio de 2011 15:25 .................................................... Sobre Ballenas y un libro Fuertes imágenes de una historia y una matanza, y de un lugar, que sobrecogen. Con pocos elementos, pero muy contundentes, logras transmitir una sensación de horror y asco que no se olvidan. He estado en Quintay varias veces, y sé lo que se siente al recorrer las ruinas de la factoría; mientras uno se imagina los cientos de ballenas muertas infladas, flotando en la ensenada, en espera del momento de su descuartizamiento, antes de ser hervidas en calderos gigantescos e infernales, para extraer el aceite y el ámbar, tan apetecidos por la industria cosmética en el siglo XX , así como lo fue (el aceite) para el alumbrado callejero en el siglo XIX... Crónica muy bien lograda. Un abrazo. Camilo Taufic Santiago de Chile. 27-07-2010 ........................................................ Sobre "Los caballos y otros animales junto al hombre" Tus asnos, caballos, burros y vacas son otra cosa, por cierto, tan cercanos al hombre, tan del hombre. Te adjunto una vieja fotografía de dos palominos que tomé en las montañas de Apalachia, en Carolina del Norte, allá por el año 1983. Encuentro interesante y muy amena la manera en que hilvanas tus textos, siempre uniendo al tema alguna faceta literaria o cultural (en este caso, Delia del Carril, Virginia Vidal, Nemesio Antúnez, Santos Chavez). Hace tiempo te dije que no desistieras de tus crónicas, que van a quedar, y mis palabras fueron corroboradas recientemente por Lucho Sepúlveda cuando él te escribió a propósito de tu artículo Sobre ballenas y un libro: "Estimado Carlos: (...) Tu blog es uno de los pocos que merecen llamarse literarios. Es sencillamente muy bueno y tus crónicas son estupendas. ¿Las tienes reunida en un libro de crónicas? Es un género que se pierde con el tiempo. Un fuerte abrazo desde Gijón, Asturias. Lucho". Y eso digo yo también, que tus crónicas son estupendas. Te escribe desde Benalmádena, Málaga. Oliver Welden (poeta) 21 de agosto de 2010 ...................................................... Sobre "El corcoveo de los apellidos..." ¡Notable, muy bueno! Escribir sobre la configuración de su nombre, con esa transparencia en el decir es algo que se agradece, precisamente en un pequeño universo donde lo que más pareciera importar es "el nombre". Además, esas referencias a los escritores nortinos siempre son bienvenidas, pareciera que no siempre ellas abundan en la crónica y crítica nacional. Ernesto Guajardo (Valparaíso-15 noviembre-2010)

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