sábado, 17 de enero de 2009




COSAS DE VIDA, PÉRDIDAS Y REFLEXIONES
Por Carlos Amador Marchant


Ya no tengo a quien pedir perdón”, gritaba a hurtadillas mientras por las calles los autos y las muchachas seguían su rumbo.
En Chile, en este país un alguien al cual no conozco en su verdadera esencia, dijo en su siglo 16 “Chile, fértil provincia…” , cuando las águilas ya habían desentrañado este territorio. Y en las estepas, ojos antojadizos por despojarse de invasores, se guarecían en los bosques.
“Ya no tengo a quien pedir perdón”, gritaba en las noches como si la vida se le escapara y cada milímetro que avanzaba las luces de la ciudad lo devoraban en sombras.
Así aparece o parece mi país al cabo de tanta historia. Así aparece el hombre a través de su tráfago. Así aparece un hombre en estos días.
La política en el territorio se transforma en un puzzle donde los ciudadanos se ven mermados por palancas subterráneas. ¿Avanzamos?. Claro, pero casi deformes. Porque una cosa es avanzar y la otra es cómo se avanza.
Chile es un país que durante el siglo 20, en medio de una pobre economía, hacía proezas en distintas áreas. ¿Se pueden hacer más cosas con menos dinero?. Es posible. Curiosamente, a veces el empuje, el trabajo colectivo, el deseo de solidaridad, engrandece los espacios.
Pero hoy pocos piensan en el trabajo colectivo, y quienes lo piensan, se ven amenazados por la indeferencia del resto.
Recuerdo una oportunidad en que nos juntamos varios escritores más jóvenes en ese tiempo (hablo de hace 10 años). La meta era ejecutar un proyecto que beneficiaría a una cantidad de 20 pares. Nos juntamos cuatro. Eran las cinco de la tarde. Había una máquina de escribir y muchas hojas tamaño carta. ¿El computador estaba malo o no había? . No lo recuerdo. Lo concreto es que estábamos reunidos.
Hablábamos de todo menos del proyecto. La voz de los poetas se fue extendiendo hasta alcanzar risas, pisotones, algarabías tempranas, por acá y por allá, eructos escalofriantes.
A las ocho de la noche nadie hablaba del proyecto sino de cosas de mujeres, de premios y de viajes, de la fulana de tal que era gran poeta en país lejano y del poeta y poetas que eran los que movían la poesía del Caribe.
¡Viajaremos¡¡ gritó uno
Yo dije ¡basta¡¡…se van los guevones¡¡¡

Pensé un día en 1972, cuando se ejecutaban trabajos voluntarios, donde los jóvenes (me incluyo) asistíamos a pintar escuelas, a baldear casas, a llevar una alegría a los barrios pobres.
Nunca le dije a mi madre si me pagarían por eso, nunca mi padre preguntó si mi tiempo estaría repartido en cosas comunitarias o en asuntos de seguir en la universidad.
Chile es un país deforme. ¿Es el mundo deforme?. Puede ser.
En estos días, en estos años se habla del primer hombre negro que gobernará Estados Unidos. Obama se pasea por las escalerillas del Palacio de Gobierno. El mundo espera. El Medio Oriente espera. El planeta espera.
Bachelet, la primera mujer presidente del continente, hermosa ella y quien fuera avasallada por corrientes políticas adversas, que si era líder o no, ha demostrado ser una mujer de pujanza y quedará en la historia, más allá de haber lanzado su zapato al aire después de tratar de chutear una pelota.
Ayer escuchaba a Los Jaivas. Era 1974. Me juntaba en el departamento de mi buen amigo Diego. ¿Qué será de é?. Eran los tiempos en que no existía el cassette ni menos el Cd. Eran los momentos del Lp y del disco 45 revoluciones por minutos. Nosotros nos juntábamos en medio de un centenar de esos discos que llevaban inmensas carátulas y degustábamos la música. Era el primer año de dictadura militar. Habíamos dejado el liceo y tratábamos de internarnos a la universidad. Los bolsillos de nuestros padres nos miraban de reojo. Por esos años, creo, un grupo muy selecto escuchaba a esos muchachos que comenzaban a revolucionar el ambiente con su nueva música. Nosotros, en cambio, nos adormecíamos con sus talentos. Los padres de mi amigo, sus hermanas, decían, expresaban, en silencio: ¿qué encuentran estos bichos a estos otros bichos?. Y era cierto, me precio de ser, en el norte de Chile, junto a Diego, los primeros en repartir la propuesta de los que hoy son verdaderos clásicos de la nueva musicalidad chilena.
Los Jaivas, con su “Mira niñita”, hicieron arrancar a la que pudo ser mi primera polola en la calle Juan Noé de Arica (1975). Esa bella canción, en un momento en que el arte de esa agrupación no era tan conocida, se me ocurre dedicársela por teléfono a la chiquilla de 15 años. El resultado fue que cuando concluyó, pretendo decirle unas palabras y el teléfono estaba cortado.
Gracias a eso “Mira niñita” me persigue, como la gran canción que no permitió que “ella” fuera mi primera amante.
“Ya no tengo a quien pedir perdón”, seguía gritando a hurtadillas.
Iquique fue la “tierra de campeones”, denominativo por sus grandes glorias en el deporte y sus fortalezas en el tiempo. ¿Lo sigue siendo?. Me he desvinculado del norte de Chile. Aún así hace unos días comencé a repasar videos del gran Arturo Godoy, aquel boxeador que llegó a disputar la corona mundial con el mismísimo Joe Louis. Era de Iquique, amatorio de esa gran ciudad enclavada en la costa y en el desierto.
Godoy murió a los 73 años en 1986, luego de una larga enfermedad pulmonar. En 1940, tras ser considerado uno de los 10 mejores pugilistas mundiales, disputa la corona con Louis, a quien nadie le había aguantado los 15 asaltos de la época. Godoy se los aguantó, y es increíble ver aquel video donde al púgil chileno, iquiqueño, de la “república” de Iquique, se ve saltarín y con un estado físico envidiable para todos los boxeadores actuales. Godoy peleaba con un estilo particular. Se agazapaba casi a nivel del suelo, es decir se doblaba, se achicaba escapando de los puños del rival. Otros muchos luchadores le imitaron. La primera vez (1940) le fue bien con Joe Louis. Pero en una exhibición en Santiago de Chile en 1947, casi al borde de despedirse de su carrera, Louis, lo bota a la lona 5 veces. Y fue tan dramática esa exhibición, pero valerosa por parte de él, porque muerto casi, se levanta y trata de seguir peleando mientras los ayudantes lo cogen y tratan de decirle que no puede continuar, dan a conocer la valía de este grande de Iquique.
No puedo dejar de decir que sentí ira por ese Louis, por eso seguí viendo otros videos. Nadie podía derrotarlo.
Cuando apareció Rocky Marciano las cosas cambiaron. Este hombre blanco, nacido también en los Estados Unidos, derrota en 1951 a Louis. No pudo levantarse después del conteo (estaba casi muerto). Marciano fue un boxeador no derrotado en toda la historia pugilística. En 1969 logró incluso ad porta de sus 50 años derrotar a un naciente Clay. Vemos a Clay caer después de la mano poderosa de Marciano. Ese mismo año, el gran Rocky muere en accidente de avioneta.
¡Iquique es puerto, las demás son caletas¡, dicen muchos.
“Ya no tengo a quien pedir perdón”, seguía gritando a hurtadillas.
Abraham Baldelomar, ¿quién lo conoce?, es un poeta peruano que, de acuerdo a lo que me expresara Ely Martín (estudioso fallecido de Sida luego de pasar largas temporadas en Valparaíso), viene siendo en su país como un Oscar Castro. Leía a Baldelomar en mi estada larga en Arica: “Mi gran filosofía es el cementerio de este pueblo”…cosas como éstas sin hacer el poema exacto: “Mujeres, alcohol, comidas…porque llegará la muerte…y es mejor que te lleve vacío…”.
Carlos Caszely es sin duda el mejor futbolista chileno de todos los tiempos. Hay muchos más, pero él, por su estilo, por su vida, por ser el “Rey del metro cuadrado”, por hacernos vibrar en las décadas de los 70 y 80, por ser opositor a la dictadura militar, tiene mi respeto.
Te tratan como te ven, me dijo un amigo hace mucho tiempo. Por esta razón he caminado viendo a los humanos por distintas reparticiones. No me he disfrazado de nada, sólo he vivido, y luego he salido sintiendo lástima de los seres. Mujeres y hombres siguen el mismo estilo. ¿Quién es más peligroso? Ambos. Son seres humanos.
Amor a la deriva es lo que siento.
Pero alguien sigue gritando en la calle. “No sé a quien pedir perdón” y se pierde. Es un amigo poeta a quien quiero mucho y que se va por las avenidas del alcohol. Está sin nada y ahora camina andrajoso.
Ya no tiene a quien pedir perdón. Lo ha hecho siempre con la boca chueca . Al final todos parecen ya no escucharlo.

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Comentarios selectos sobre el material de este blog.

Sobre ballenas y un libro Estimado amigo Carlos Amador Marchant: agradezco emocionado la mención que haces de mi novela en tu bella y emocionante crónica. Un fuerte abrazo desde España. Luis Sepúlveda(escritor) 24 de julio de 2010 15:03 ........................................................ Sobre ballenas y un libro Estimado Carlos: Gracias una vez más, por cierto, tu blog es uno de los pocos que merecen llamarse literarios. Es sencillamente muy bueno y tus crónicas son estupendas. ¿Las tienes reunidas en un libro de crónicas? Es un género que se pierde con el tiempo. Un fuerte abrazo desde Gijón, Asturias Luis Sepúlveda (escritor) 26-07-2010 ........................................................ Crónica "Dame de beber con tus zapatos". Luis Sepúlveda (escritor) dijo... Querido amigo, como siempre disfruto y me maravillo con tus crónicas. ¿Para cuando un libro? un abrazo Lucho (Gijón-España) 10 de julio de 2011 15:25 .................................................... Sobre Ballenas y un libro Fuertes imágenes de una historia y una matanza, y de un lugar, que sobrecogen. Con pocos elementos, pero muy contundentes, logras transmitir una sensación de horror y asco que no se olvidan. He estado en Quintay varias veces, y sé lo que se siente al recorrer las ruinas de la factoría; mientras uno se imagina los cientos de ballenas muertas infladas, flotando en la ensenada, en espera del momento de su descuartizamiento, antes de ser hervidas en calderos gigantescos e infernales, para extraer el aceite y el ámbar, tan apetecidos por la industria cosmética en el siglo XX , así como lo fue (el aceite) para el alumbrado callejero en el siglo XIX... Crónica muy bien lograda. Un abrazo. Camilo Taufic Santiago de Chile. 27-07-2010 ........................................................ Sobre "Los caballos y otros animales junto al hombre" Tus asnos, caballos, burros y vacas son otra cosa, por cierto, tan cercanos al hombre, tan del hombre. Te adjunto una vieja fotografía de dos palominos que tomé en las montañas de Apalachia, en Carolina del Norte, allá por el año 1983. Encuentro interesante y muy amena la manera en que hilvanas tus textos, siempre uniendo al tema alguna faceta literaria o cultural (en este caso, Delia del Carril, Virginia Vidal, Nemesio Antúnez, Santos Chavez). Hace tiempo te dije que no desistieras de tus crónicas, que van a quedar, y mis palabras fueron corroboradas recientemente por Lucho Sepúlveda cuando él te escribió a propósito de tu artículo Sobre ballenas y un libro: "Estimado Carlos: (...) Tu blog es uno de los pocos que merecen llamarse literarios. Es sencillamente muy bueno y tus crónicas son estupendas. ¿Las tienes reunida en un libro de crónicas? Es un género que se pierde con el tiempo. Un fuerte abrazo desde Gijón, Asturias. Lucho". Y eso digo yo también, que tus crónicas son estupendas. Te escribe desde Benalmádena, Málaga. Oliver Welden (poeta) 21 de agosto de 2010 ...................................................... Sobre "El corcoveo de los apellidos..." ¡Notable, muy bueno! Escribir sobre la configuración de su nombre, con esa transparencia en el decir es algo que se agradece, precisamente en un pequeño universo donde lo que más pareciera importar es "el nombre". Además, esas referencias a los escritores nortinos siempre son bienvenidas, pareciera que no siempre ellas abundan en la crónica y crítica nacional. Ernesto Guajardo (Valparaíso-15 noviembre-2010)

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