2.-En 1894, adquirida por Juana Ross, se levanta la primera Población Obrera en Valparaíso. En la actualidad, aquella construcción centenaria, fue restaurada.
3.-Imagen de los eternos Colectivos de Kulczewski (construidos en 1939) que se mantienen intactos al paso del tiempo.
Escribe
Carlos Amador Marchant
No puedo dejar
de recordar aquellos edificios de cemento duro, los que fueron levantados para
“reírse” de terremotos, los que hoy por hoy, más allá del alejamiento de la
modernidad, se mantienen intactos.
Curiosamente los
bautizaron con el nombre de “Colectivos”. Es posible que para mis lectores este
nombre sea insignificante y, sin embargo, cuando retrato mi niñez en estos
“colosos” de escasos cinco pisos, con sinuosas subidas especie “caracoles”, y
que, al mismo tiempo, sólo fueron construidos en cuatro ciudades del norte de
Chile (Arica, Iquique, Tocopilla, Antofagasta, es decir, en el desierto),
cobran la validez de la historia. O sea, no hay más, en ninguna parte, en
ningún lado, de nuestro largo y accidentado territorio.
Abandonados de
la escritura, ahora (“Justicia Divina”, como dijo un periodista deportivo
chileno) en el siglo 21 por fin dedican libros a estos verdaderos monumentos.
¿Cómo surge esta
idea de levantarlos?. Sin duda, para contestar a esta interrogante, tendríamos
que situarnos en la creación de la
Caja del Seguro Obrero Obligatorio, que, a la larga, emerge
tras el penoso escenario de los años 20 del siglo pasado. Aquí estaba en el
tapete esta mal llamada “cuestión social” (suena hasta despectivo), entre esos
convulsionados momentos políticos de entonces.
Años después de
mi nacimiento (1955), mi padre, en Iquique, ya arrendaba un pequeño
departamento entre las calles O´Higgins con Patricio Lynch, muy cerca de las
olas del Océano Pacífico. Eran, tal vez, los edificios que llamaban más la
atención de la época. No sólo por su aspecto distinto al de las demás
edificaciones, sino por la dureza de su cemento. Entre esos pasillos me desplacé
hasta cumplir los quince años.
Lo real es que
la mayoría de los edificios levantados en las restantes ciudades del norte eran
de tres bloques (en forma de U): pero en Iquique solamente fueron dos. La
tercera parte, donde correspondería el último (ignoro por qué no se levantó),
la ocuparon los carabineros con su Primera Comisaría, construcción anchurosa y
de lata, lugar donde a diario los vecinos sentían ruidos y gritos de presos,
ebrios y un cuanto hay de la vida delictual. Más tarde, bordeando el año 70, la
mayoría (no todos) lograron ser propietarios de esos departamentos muy cercanos
al mar, donde incluso se escuchaban las olas nocturnas.
Estoy hablando
de edificios levantados para obreros, en los años en que ya se comenzaba a
dialogar sobre las precarias construcciones para éstos. De alguna manera
ciertos logros sociales comenzaban a visualizarse. La capitalización de los
ahorros de los propios trabajadores daba la posibilidad de pensar en cosas
mejores, aunque a la larga, los dueños de este país, siempre se salieron con
las suyas en cuanto a retener los avances centrados en esta mira.
Me agrada la
idea de unir en esta crónica recuerdos de niñez y la forma en que estos
edificios fueron construidos. Y para lograr el cometido, no me queda otra
alternativa que verme correr por esos pasillos, tocar sus fierros, oler sus
puertas. Por el otro, imaginar a los trabajadores de la época estremecer sus
músculos sobre estos colosos. La historia, además, dice que por los años (1939 hacia
adelante) en que levantaron estas reliquias, escaseaba el agua. Por lo tanto,
el drama de no perjudicar a la población y el regadío de algunos oasis cercanos,
se transformó en un largo anecdotario. En Arica, por dar una imagen de este
sacrificio, las edificaciones se ejecutaron sobre un legendario cementerio
inglés, e incluso, mientras se realizaban los trabajos, más allá del penoso
traslado de huesos, se siguieron encontrando osamentas.
Los famosos
Colectivos en Iquique se encontraban (sobre todo el de la calle Patricio Lynch)
frente a la Intendencia Regional
(hoy Palacio Astoreca). Por este motivo, al cumplir mis catorce años, tuve la
ocasión de ver muy de cerca diversas autoridades mundiales, incluido Fidel
Castro, en sus tiempos mozos.
El arquitecto
chileno de origen polaco, Luciano
Kulczewski García, fue quien lideró las obras de los Colectivos en el norte de
Chile Si bien Kulczewski, desde muy joven dio
a conocer su amor por la arquitectura, fue en 1938, luego de comandar la
campaña presidencial de Pedro Aguirre Cerda, el momento en que surge la “gran
idea”. Una vez que el maestro de escuela se instala como Presidente de la República , Kulczewski es
nombrado administrador de la Caja
del Seguro Obrero Obligatorio.
El arquitecto
(nacido en Temuco en 1896), desde muy joven, dio a conocer sus habilidades,
incluso desde los tiempos de estudiante universitario. Podemos observarlo en la
historia, recibiendo medallas de distinción en los salones del Museo de Bellas
Artes de Chile. Incluso la construcción de una primera casa cuando sólo tenía
veinte años, en la calle Agustinas de Santiago (su número es el 1854). Lo
cierto es que en la obra de Kulczewski,
se ven los rasgos y las influencias neogóticas, art Nouveau y el acercamiento a
los movimientos modernos.
Muchos trabajos importantes tiene
este gran arquitecto, pero estamos hablando de los Colectivos, de la genialidad
en su construcción, de lo que sigue quedando sin deterioros en el tiempo.
Me atrevo a decir que en la
búsqueda del bienestar para la clase obrera, en ese tiempo se estaba pensando
(adelantado) en un futuro distinto y que pudo haber sido bello. ¿Por qué no
aspirar a que los trabajadores tengan bienestar, si ellos ponen todo el
esfuerzo en el levantamiento de una nación?. Estamos hablando, repito, de la
primera mitad del siglo 20.
Como yo viví en esos edificios,
puedo decir con certeza que fueron levantados pensando en todo, en pequeñas o
numerosas familias, en escalafones, incluso. Los pisos se diseñaron para diez
departamentos, algunos muy pequeños, otros medianos y los que estaban al medio,
es decir cerca de un basurero común, eran más grandes. Tenían, éstos últimos,
dos dormitorios, cocina, baño, sala comedor y un balcón que permitía tender
ropas y hasta instalar maceteros con plantas. Además, en la parte exterior,
instalaron un espacio para el gas de la época, cosa elegante, porque en ese
tiempo casi todos usaban cocina a parafina. Es decir, acá el asunto fue pensado
para un mejor trato social hacia la clase trabajadora.
En Valparaíso, antes de la Guerra del Pacífico (1870),
la Liga Masónica
levantó un edificio que albergó a mutuales obreras. Esta misma construcción fue
más tarde, en 1894, adquirida por Juana Ross,
benefactora de alta sociedad, que después la convierte en la primera Población
Obrera, en el Cerro Cordillera. Este reducto albergó por más de un siglo a una
treintena de familias y sus débiles materiales colapsan en 1998, momento en que
sus moradores comienzan a estudiar posibilidades de una reconstrucción. Después
del 2006 hasta estos días se logra la recuperación de este inmueble, que estaba
por derrumbarse en su interior, dando una pésima imagen de vida y donde sus habitantes
alcanzaron a vivir en peligros constantes de desmoronamientos de paredes.
Si bien es cierto estos dos escenarios grafican los
intentos por dar una mejor vida a la
clase trabajadora, o por lo menos a una ínfima parte de ella, me quedo con la imagen
de los Colectivos y su ideólogo, por la fortaleza de su estructura y porque
para la época en que fueron diseñados, representó la vanguardia de las aspiraciones
para un posible cambio social en nuestro país.
Sin embargo,
nada de esto se pudo concretar. De más está decir que al paso de los años, con
distintos escenarios políticos, la población siguió viviendo repartida en casas
miserables y campamentos por doquier.
Pero los
Colectivos de Kulczewski continúan intactos. Ahí ya
no vive la clase trabajadora a la que fue dirigida. Ahora hay otros moradores,
incluso en algunas de estas ciudades los departamentos son ocupados por
oficinas diversas. Son pocos los descendientes de antaño. Muchos tuvieron que
emigrar. Muchos tuvieron que vender asfixiados por la escasez de trabajo.
Pero estas verdaderas reliquias están intactas en sus
cementos. Y todo quedó como un mero recuerdo de proyecto visionario, de maqueta
utópica. Y aunque los que soñaron con esto ya están muertos, los colosos continúan
parados sobre la tierra del desierto chileno, tal vez como esperando retroceder
o comenzar una nueva era.
Atrévase a comentar...o bien exponga su preferencia sobre lo que ha leído.... El Editor
5 comentarios:
Te felicito Carlos, excelente nota has escrito sobre la historia de los famosos colectivos de nuestra infancia nortina. Un abrazo...
Yo viví mis primeros años en los colectivos Perú y Bolivia frente al puerto en Antofagasta. Hoy, más de 30 años después, vengo a conocer los orígenes de estas peculiares edificaciones.
Muchas gracias por tan valiosa información.
Estimado, solo como noticia nefasta sobre el arquitecto Kulczewski y sus obras, él hizo una cuadra completa en calle Madrid con Coquimbo en Santiago Centro, muchas casas han sido modificadas, y hoy vi que una casa de su obra estaba a la venta en dicha calle Madrid, sus logos con su nombre hasta han sido cubiertos con estuco rugoso, y en las noches los numerosos travestis del sector defecan y orinan sobre su obra, nefasta realidad, que a los políticos no les importa nada.
Saludos
Estimado buscaba información sobre estas construcciones y me encontré con su blog, muy agradecida con la información y le contaré que tal vez estos antiguas fortalezas puedan ser considerados patrimonio cultural en un proyecto que espero tenga eco en el gobierno, así el nombre del Arquitecto Kulczewski será recordado y ojalá homenajeado con una placa recordatoria en cada edificio.
PD.: Me crié también en este edificio de Arica y viví hasta los 23
Mis más sinceras felicitaciones , recién puedo enterarme por Ud. que en Iquique solo existe dos edificios ? Como se llaman , tienen plaza o áreas verdes ? qué lástima que se rompió el esquema . En Tocopilla son tres en forma de U y están pintados el de cinco pisos al centro amarillo y uno de los de tres pisos de un lado azul y el del otro lado rojo , no sé si tienen áreas verdes o plaza al interior ¿ Ud. lo sabe ? En Antofagasta están dispuestos en forma de media luna , tienen nombre de países . El de cinco pisos al centro se llama Bolivia a un costado uno de tres pisos llamado Peru y al otro costado otro de tres pisos llamado Argentina , todos pintados de rojo con rosado más un extenso terreno que los circundan y frente al Bolivia una placita llamada Simón Bolívar muy linda , los tres conforman el grupo habitacional " Aníbal Pinto " En Arica si Ud. sabe cómo están construidos los tres si en U o en otra forma me gustaría saber y si tienen nombre cada uno . Si puede mandarme fotos de todos los condominios en las distintas ciudades para comparar se lo agradecería eternamente .
Vivo desde siempre en el colectivo Peru con mi familia .
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